Yo me pregunto que les pasa a los jefes de comunicación de las campañas políticas. Un mensaje de propaganda debe tener fuerza, de acuerdo, debe ser retórico, y debe llamar la atención, pero sobre todo debe ser coherente. Y la coherencia, con los buenos tiempos se obtiene con cuatro palabrejas y un político con un poco de imagen que cuente lo que queremos oír. Pero la coherencia de verdad llega cuando las cosas no van tan bien; cuando se tiene una crisis de identidad. Y la crisis de identidad, el PSOE la tiene.
Ante ello. Creo que para el 90% de los españoles, de los ciudadanos sería mucho más lógico reconocer errores, aprender de ellos e ir adelante. Eso se llama ser valientes y sobre todo humanos. Como humanos, los políticos, pueden equivocarse. Pero el mínimo es reconocer el error, y luego plantear soluciones.
Sin embargo, como ya decía, y en un mundo político donde la coherencia no existe, en lugar de una campaña que muestre que los errores te enseñan a elegir el camino más justo; se nos plantea una en la que los errores se dejan atrás, y se ponen además como logros, planteando de nuevo los mismos errores como objetivos. Para los que aman la sabiduría popular, lo de errar una vez es de humanos, dos de tontos; se aplica. Que lo sepan.
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