Cuando hablamos de Chávez, tendría la verdad muchas cosas que decir. Pero a rey muerto, rey puesto y voy a dejarlo descansar en paz. Aunque solo sea porque tengo más respeto que muchos de los que hablan sin conocer lo que ocurre en Venezuela o los que exigen que se les respete a sus muertos cuando van matando a los del otro bando. Y es que en realidad, en Venezuela, hay dos bandos. Dos bandos muy diferenciados. O estás con Chávez, y ahora con su «hijo» Maduro, o simplemente eres apátrida. Con una perspectiva en la que venezolanos solo son los que pertenecen al gobierno, no entiendo muy bien a qué viene tanta defensa del modelo cuando en España se hizo los mismo en la Guerra Cívil, pero ho había rojos y apátridas, sino rojos y grises. Y ganaron los grises.
En Venezuela, por mucho que le duela a los chavistas, no hay grisis. Hay un candidato del progreso. Porque sinceramente, entre comparar lo bueno y lo malo de Cuba, con lo bueno y lo malo de EE.UU, casi todos nos quedamos con el segundo. Y digo casi todos, porque si hay que elegir entre vivir con la libertad de un americano y tener toda la fortuna de Fidel y encima tener la geta de ponerse un chandal Adidas más capitalista imposible, pus habrá quien por cinismo elija lo segundo.
En todo caso, en un panorama en el que todos los poderes están controlados por Maduro actualmente, que puede salir en cadena las veces que quiera, y que encima prohibe al candidato de la oposición, Capriles, acudir a sus propios mítines denegándole el permiso, esto más que una campaña electoral «limpia» parece simplemente el poder del jefazo contra el pueblo. Y no veo yo mucha diferencia entre eso y las dictaduras.
Y ahora que he explicado el panorama, cabe destacar que con todo así, y con petrodólares para comparlo casi todo ¿Alguién se cree las últimas encuestas publicadas? ¿De verdad que hay más venezolanos dispuestos a votar a Maduro de los que votaron a Chávez? ¿No era que Chávez era el líder mediático y de América Latina? Pues Nicolás ni baila, ni canta y necesita telepronter para sus discursos. Además, no tiene ni el carisma chavista y se llevó unos cuantos regañones del anterior presidente por su mala gestión. Además sabemos que durante su mandato como ministro de exteriores se gastó 8 millones de dólares solo en viajes. ¿De verdad que la gente quiere que ese sea el próximo presidente de Venezuela? ¿Alguien sin estudios y que solo repite la palabra Chávez allá dónde vaya? Sinceramente, los venezolanos nos merecemos algo más. Y solo por eso, que no es poco, tiene que ganar Capriles.
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