Es cierto que Berlusconi ha sido el primer ministro tras la dictadura italiana capaz de mantener un gobierno estable en el país. No es menos cierto que en cuanto a economía, Italia va tirando tras algunas subidas y bajadas que la colocan dentro de Europa cómo uno de los grandes, con una población de más de 60 millones de personas.
Pero tampoco es menos cierto que Berlusconi se pasa en muchos casos de prepotencia y de un escaso saber estar. Estas, junto con su excesiva preocupación por la estética y su exagerado machismo, son las cosas que le hacen siempre estar en portada de los principales periódicos.
Pues hoy, se ha celebrado el No Berlusconi Day 2. Una manifestación que ha sido convocada por segunda vez y que cuenta con el apoyo sobre todo de aquellos que están cansados de que el líder italiano, Berlusconi, haga a su beneplácito.
La última jugarreta del líder italiano, ha sido burlarse con un tono muy machista de la vicepresidenta de la cámara, Rosa Brindi, y hacer un chiste antisemitista. Dos hechos que le han valido duras críticas tanto por parte de los ciudadanos cómo por parte del Vaticano.
En fin, que está bien una estabilidad política, pero ¿a qué coste? A coste de salir en la prensa internacional, porque el presidente deja quedar a los italianos como si todos fuesen como él. A veces pienso que los políticos deberían tener en su agenda diaria una asignatura sobre comportamiento cotidiano. A muchos, le irían mejor las cosas.
