Si esta mañana han sido los activistas prosaharauis los que han tomado las sede del PSOE en Valencia, ahora son varios afiliados al PSOE los que le exigen a Zapatero que se pronuncie, y que esperan una condena a los actos cometidos por Marruecos contra el pueblo saharaui por parte del lider del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.
Y es que sinceramente, la situación del conflicto Marruecos-Sáhara se está convirtiendo en un asunto de Estado. Y la presión, tanto por parte de grupos prosaharauis, como de los mismos saharauis que se sienten abandonados por los que un día fueron sus colonizadores, y que hoy en día los han abandonado a la buena fe de Marruecos, es cada vez más fuerte.
Todo esto viene potenciado por una política de diplomacia internacional, a la que Zapatero ya nos tiene acostumbrados, y que se basa precisamente en llevarse bien con todos, y jamás declarar de modo que se puedan crear enemistades, a pesar de que ello signifique dejar que se rían de España. Ocurrió con la polémica del etarra Cubillas, y las relaciones España-Venezuela y está ocurriendo con el conflicto del Sáhara. Y es que mientras no entendamos que la diplomacia sirve para defender los que son los propósitos de un país, y que a veces sucede que se crean enemigos, que la misma diplomacia por otras vías debe intentar salvaguardar, no iremos a ninguna parte, y seguiremos siendo pisoteados por países con los que España siente que debe mantener relaciones a pesar de los pesares, como son los casos de Marruecos y Venezuela.
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