El conflicto armado que se mantiene en Ucrania durante los últimos meses no podrá impedir que se realicen elecciones en el país para conocer el futuro político de una de las regiones que históricamente más ha sido sometida por parte de los rusos. En tal aspecto, lo que se buscará el próximo domingo es dar con el sucesor de ex líder local Víktor Yanukóvich.
Se debe recordar, de la misma forma, que por el momento se mantiene la tensión entre las dos fuerzas antagonistas que se disputan el poder en Ucrania. Estamos hablando, en efecto, del Gobierno provisional de Kiev y la insurgencia que se manifiesta a favor de la anexión por parte de Rusia, y que tiene a la mayoría de sus soldados asentados directamente en la parte sureste del territorio nacional.
Arseni Yatseniuk, quien viene oficiando en los últimos tiempos como Primer Ministro Interino, con la poca capacidad de acción que ese puesto evidencia, ha manifestado de forma reciente que “todos los intentos de los terroristas de impedir en Donetsk y Lugansk la elección del presidente de Ucrania están condenados al fracaso”. Aunque eso no significa tampoco que la violencia cese en lo posterior.
“Las elecciones deben celebrarse en todas las regiones del país. Somos conscientes de que hay lugares donde habrá complicaciones, pero son pocos y ello no influirá en el resultado de los comicios”, explicó posteriormente ante los medios de prensa el mismo Yatseniuk, considerando que las dos regiones mencionadas por él, y las que más ansias tienen de ser anexadas por Rusia, poseen al 15% de la población nacional, unas 7 millones de personas.
Desde luego, no son pocos los insurgentes que en estas dos localidades han amenazado que más allá de que las actividades electorales se lleven a cabo, ellos no aceptarían de forma alguna al nuevo Presidente impuesto. En tanto, en muchas partes de Ucrania sigue reinando el temor acerca de un enfrentamiento armado en el que la potencia rusa podría poner en jaque la resistencia de Kiev.