En un foro sobre democracia en Rusia, Berlusconi desechó la crisis en la que ha quedado inmerso su partido de centroderecha después de una disputa con su ex aliado Gianfranco Fini, presidente de la cámara baja del Parlamento.
«Son cuestiones pequeñas de personas que se ganan la vida con la política, que quieren tener sus pequeños negocios políticos para tener alguna importancia en la política pero que no afectan la gobernabilidad del país», dijo en un discurso.
«Mi Gobierno seguirá avanzando tranquilamente en las grandes reformas que tenemos por delante en los tres años que quedan del mandato parlamentario», aseguró.
Los comentarios, pronunciados antes de un voto de confianza que se prevé para fin de este mes en el Parlamento, sugirieron que Berlusconi podría haberse alejado de la idea de realizar unos comicios anticipados.
El primer ministro, de 73 años, inicialmente declaró que estaba preparado para ir a elecciones en diciembre, más de dos años antes del final de su mandato de cinco años, que termina en 2013.
Previamente esta semana, dijo que se reuniría con el presidente Giorgio Napolitano para pedirle que remueva a Fini como presidente de la cámara baja, pero otros comentarios de aliados de su partido apuntaron a que preferiría evitar unas elecciones anticipadas.
Si bien los sondeos de opinión indican que sigue manteniendo un apoyo suficiente como para vencer a la débil oposición de centroizquierda, probablemente emergería con menos poder de cualquier elección celebrada en los próximos meses.
Berlusconi, que tiene previsto hablar ante el Parlamento en la última semana de septiembre, puso el futuro de su Gobierno en manos de un programa de cinco puntos, que incluye una reforma al sistema judicial y una mayor autonomía para las regiones en materia impositiva.