La troika ha demostrado no tener ni escrúpulos ni humanidad. A ellos les da igual lo que un país afectado por la crisis tenga que hacer. Salvo no pagar, o que el déficit aumente todo es válido. Y si nos parecían pocos ejemplos de lo que estaban haciendo vivir a griegos y portugueses, y a irlandeses y españoles, así como a los italianos quizás en menor parte, solo quedaba una demostración más de esa fuerza y no les ha temblado la mano. Ese pequeño país dividido en dos y que a la mayoría de los europeos les cuesta situar en el mapa, Chipre, ha sido su última víctima, y parece que todavía se han ensañado más que con las anteriores.
Cabe destacar que los periódicos, al menos los españoles y alemanes, le han jugado el juego con titulares muy beneplácitos con la troika y que incluso llegaron a desmentir que fueran ellos los de la propuesta del rescate mediante tasa a todos los depósitos. Pero ¿por qué ha sido peor en Chipre, cuando en Grecia el paro está por las nubes y las pensiones se han bajado; o en España no se garantiza la sanidad gratuita a colectivos como los jóvenes? Sencillo. De momento, con lo único que Europa no se había atrevido era con los depósitos.
Todos los ciudadanos creíamos que el dinero estaba al menos a salvo en los bancos. Bueno, pagando tasas por el interés que se recibe cada vez más elevadas, como es el caso de España, pero a salvo. Sin embargo, algo parecido ha pasado con las preferentes, aunque en Europa se hable poco del tema. Y entre productos financieros que se vendieron a quien no debían, a depósitos normales en los que se aplica una quita de más del 30% simplemente porque sí, el ahorro ya no está garantizado. Bueno, ni eso, ni la sanidad, ni la educación, ni los subsidios, ni las ayudas ni tampoco el trabajo. Y mientras tanto cada vez pagamos más impuestos. ¿La conclusión rápida? Nos están atracando legalmente. Nuestros políticos. Los de la troika, Y Alemania.