Madrileño de Vallecas, Sergio Aguilar sufrió una pavorosa cogida el pasado domingo en Bilbao. El segundo de Alcurrucén, que ya le había abierto los muslos con una cornada de 15 centímetros en la pierna izquierda, le hirió en el cuello alcanzando mandíbula y paladar. El gélido recuerdo de Julio Aparicio en San Isidro petrificó El Bocho.