Rajoy y gallardón asisten como testigos a la boda del diputado nacho uriarte

– La cúpula del PP arropa al presidente de Nuevas Generaciones en su matrimonio con la diseñadora Ana María Chico de Guzmán

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MADRID/GUADALAJARA, 27 (SERVIMEDIA)

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, participaron este sábado como testigos en la boda del diputado y presidente de Nuevas Generaciones, Nacho Uriarte, que contrajo matrimonio en una finca de Guadalajara con la diseñadora Ana María Chico de Guzmán.
El enlace tuvo lugar en la Iglesia de San Pedro Apóstol de Lupiana (Guadalajara) y se celebró a continuación con un banquete en el Monasterio de San Bartolomé, donde los novios agasajaron a los cerca de 400 invitados con un cóctel y una cena servidos por Fortuny.
Entre los asistentes se encontraba la cúpula del PP prácticamente al completo, con excepción del vicesecretario general de Política Territorial y presidente de los populares andaluces, Javier Arenas, que en el último momento no pudo asistir por cuestiones familiares, según aseguraron a Servimedia fuentes próximas al político sevillano.
El líder nacional del PP, Mariano Rajoy, actuó como testigo de la boda junto al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón; el vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons; y el secretario general de Nuevas Generaciones, Ángel González. Gallardón, que acudió acompañado de su ‘mano derecha’ en el consistorio madrileño, Manuel Cobo, sólo estuvo presente en la ceremonia religiosa.
Tampoco se perdieron la cita otros mandatarios populares como la secretaria general del PP y presidenta del PP manchego, María Dolores de Cospedal; la vicesecretaria general de Organización, Ana Mato; la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría; y el portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero.
Uriarte invitó a la ceremonia al alcalde de Guadalajara y presidente provincial del PP, Antonio Román, así como a numeros compañeros de escaño en el Congreso, como el extremeño Carlos Floriano; el aragonés Ramón Moreno; la castellonense Andrea Fabra, acompañada de su marido Juan José Güemes; y gran parte del aparato de Organización del partido, encabezado por Juan Carlos Vera, José Antonio Bermúdez de Castro y Arsenio Fernández de Mesa.
Los novios contaron, asimismo, con la compañía de gran número de amigos, entre ellos la ex modelo Mar Flores, el economista Carlos Rodríguez Braun, el empresario Pepe Barroso y el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo.
Entre los asistentes, destacaron especialmente por el atuendo las dos mujeres más importantes del PP: María Dolores de Cospedal, con un elegante vestido corto, que acompañaba con una pequeña chaqueta; y Ana Mato, con un vestido rojo palabra de honor que llamó la atención antes de que apareciera la novia.
UNA VELADA MUY ROMÁNTICA
La ceremonia religiosa comenzó con unos 15 minutos de retraso, ya que la novia siguió la tradición de hacerse esperar. Ana María Chico de Guzman, hija del Marqués de la Ahumada, llevaba un vestido blanco roto con cola y escote en forma de pico con tela plisada, en el que sobresalían dos adornos de pedrería sobre los hombros.
En lugar de velo, un gran tocado en color crudo con forma de rosa y diadema de brillantes adornaba la cabeza. Muchas de las invitadas portaban detalles de este tipo, ya que la esposa del diputado Nacho Uriarte se dedica al diseño de sombreros y es fundadora de la prestigiosa marca Mimoki.
Una vez concluido el enlace, en pleno centro del municipio de Lupiana (Guadalajara), los invitados se trasladaron en autobuses hasta el cercano Monasterio de San Bartolomé, donde se celebraba el posterior convite. Un largo cóctel, que se prolongó hasta casi las once de la noche, dio la bienvenida a todos los presentes, antes de que el claustro acogiera la suculenta cena.
El menú, según confirmaron a Servimedia algunos de los invitados, consistió en ensalada de jamon de pato con foie sobre cama de seis verdes y lubina salvaje con crema de setas y patatis rate al pesto rojo. El postre aportó el momento más dulce de la noche gracias a una reja de chocolate con helado artesano de vainilla y arena de cacao amargo, acompañado de café y tatín de manzana.
El banquete estuvo regado por tres vinos: rioja crianza, albariño y vino blanco del Pazo de San Marco. El brindis final se hizo con cava catalán, antes de que la pareja recién casada bailase el vals con la sintonía de una de las canciones de la película «Sonrisas y lágrimas», según el testimonio de los invitados. La fiesta continuó hasta altas horas de la madrugada, cuando la lluvia hizo acto de presencia de forma tímida.
(SERVIMEDIA)
27-JUN-10
PAI

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