Pujol rechaza construir un estado propio y apuesta por "consolidar la nación"

Barcelona.- El ex-presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha afirmado hoy que la dirección que debe seguir Cataluña, tras la sentencia del Tribunal Constitucional y los problemas de relación con España, no es la de «construir un estado, sino la de consolidar la nación».

Durante una conferencia en el Colegio de Abogados de Barcelona, Pujol ha considerado «obturada» la vía del diálogo con España -«este discurso ya no se puede hacer», «ya no es posible», ha dicho en repetidas ocasiones-, lo que sitúa a Cataluña en una posición «muy difícil», según el ex presidente, que estuvo al frente de la Generalitat durante 23 años.

Pujol ha destacado que Cataluña «vive ahora un momento de mucha trascendencia» porque se le presentan varias opciones, entre las que ha descartado la independentista porque «es más fácil de decir que de hacer» y ha llamado a los independentistas a que reflexionen «sobre la viabilidad de sus planteamientos».

Así, descartadas la independencia y el «construir el país poco a poco», que afirma practicó durante sus años de gobierno, el ex-presidente ha dejado la opción de un único gobierno «consistente» y un líder «que se haga cargo de la situación con sentido patriótico» y al que los catalanes deben «dar confianza» desde el punto de vista «popular, político, intelectual y electoral».

Sin decir nombres pero apuntando a su sucesor en la dirección de Convergència i Unió, Artur Mas, Pujol ha afirmado que «es necesario que alguien vuelva a empezar, que cambie el ambiente y el clima» y ha avisado: «Si alguien dice que está dispuesto a hacerlo, tiene que saber desde ahora que le costará» porque la situación de Cataluña «es precaria».

Sin embargo, Pujol ha querido recordar que hay «muchas cosas que van bien» y que Cataluña tiene «muchos activos» entre los que ha destacado «la voluntad de ser de Cataluña, de no dejarse ahogar ni marginar».

Pujol ha perfilado también algunas de las necesidades de Cataluña: «La inversión lingüística, la integración de la inmigración, el buen funcionamiento del ascensor social, los centros de investigación o la economía».

Para el ex-presidente, la situación actual hace imposibles, por ejemplo, discursos de la Diada del 11 de septiembre como los que eran tradicionales en los que la Generalitat aparecía «como una herramienta para levantar el edificio nacional, en el cual la gente de todo Cataluña cupiera y se encontrara bien».

«Ahora quieren que seamos una dependencia marginal sin voluntad, una dependencia más de un edificio grande y uniforme, muy lejos de nuestra sensibilidad, en la que no tendremos capacidad de iniciativa para enfrentarnos a hechos que son esenciales para nosotros», ha asegurado.

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