Marruecos asalta el campamento saharaui de El Aaiún

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Mientras pedían una mejora de sus condiciones sociales y económicas y, en definitiva, una mejora en sus condiciones de vida, que se reconozcan sus derechos, los 20.000 saharauis que permanecían en el campamento de protesta de Gdeim Izik, a 15 kilómetros de El Aaiún, han sufrido un nuevo abuso de autoridad y poder por parte de Marruecos cuando el ejército marroquí ha desmantelado por la fuerza el campamento saharaui.

Una vez desalojado y destrozado el campamento, el desigual enfrentamiento se ha trasladado a El Aaiún, donde el ejército marroquí ataca con camiones blindados y los saharauis se defienden con palos y piedras. Además, se están llevando a cabo registros en las viviendas y se están practicando numerosas detenciones.

El ataque al campamento de protesta se ha producido de madrugada y ha cogido indefensos, desprevenidos y totalmente vulnerables a los saharauis, que no han podido hacer nada frente a los gases lacrimógenos del ejército marroquí. Tas desalojar por la fuerza el campamento, los soldados han quemado las jaimas.

Según la versión oficial de Marruecos, el motivo de esta intervención militar se debe a que algunos individuos se habían erigido en autoridades ilegales en el interior del campamento e impedían a otros saharauis abandonar las instalaciones. Esta versión de Marruecos suena a excusa barata difícil de creer. No es un razonamiento demasiado lógico. Como unos saharauis impedían salir a otros del campamento, mucho mejor sacarlos a todos por la fuerza, con violencia y abuso, con detenciones, gases lacrimógenos e incendios.

Ya que ha actuado así, Marruecos debería reconocer la verdadera causa que le ha llevado una vez más a no respetar al pueblo saharaui. El campamento de protesta duraba ya demasiados días, estaba tomando cada vez más notoriedad a nivel internacional, y eso no le interesa a Marruecos. No puede vender de cara a la galería que esta intervención militar se ha llevado a cabo para ayudar a los saharauis que, según la versión oficial, impedían la libertad de movimientos a sus compatriotas. Porque eso no se lo cree nadie.

Fuente | El Mundo