Entre cientos de muertos y heridos, hoy parte de Libia a tenido la opción de celebrar. El este del país ya no lo controla Gadafi. Ha caído en manos de la oposición. Gadafi ha perdido a la costa del país y por mucho que le pese, sus contrarios ya queman muñecos con su cara. En el otro lado de la moneda, se encuentran los que tiene que escapar, sobre todo en la capital, Tripoli, donde las protestas se convierten en verdaderas guerras armadas, en las que el ejército tiene todas las de ganar. Refugiados que van hacia Túnez, hacia el norte de África por mar, o hacia Europa. Ese es el panorama que hoy tiene Libia. Y todo por culpa de un solo hombre, que no quiere dejar sus silla, aunque todo el pueblo haya salido en su contra.
Gracias al periódico El País, podemos ver en el gráfico los puntos de escape de los refugiados que buscan un lugar seguro.
