El PSC aboga por convencer en vez de imponer la política lingüística

images

De cara a las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña, que se celebrarán el 28 de noviembre, el Partido Socialista de Cataluña (PSC) se desmarca ahora de las multas lingüísticas que a lo largo de esta legislatura se han endurecido. El PSC apuesta por fomentar el uso del catalán pero sin multas, coacciones y enfrentamientos. El programa electoral de los socialistas catalanes se aprobará este fin de semana durante la celebración de la conferencia nacional.

Sin embargo, el PSC no se atreve a ir demasiado lejos y en su programa electoral asegura que no se propone cambiar la ley de política lingüística para eliminar las multas. Por el contrario, aboga por convencer a los comerciantes que aún se niegan a rotular sus negocios no sólo en castellano, sino también en catalán, como establece la ley. En este sentido, los socialistas catalanes proponen facilitar créditos para cambiar los rótulos de los comercios.

A pesar del todo, desde el PSC siguen afirmando que, en los casos extremos, se puede recurrir a las sanciones. La actual normativa, que se revisó el pasado mes de enero con los votos a favor de los socialistas catalanes a pesar de las críticas del PP y Ciutadans, establece que los comerciantes que no rotulen o realicen su documentación en catalán podrán ser multados con hasta 10.000 euros, una cifra que se aumentó desde los 3.000 euros máximos anteriores. Asimismo, la ley obliga a los comerciantes a responder en catalán a los consumidores que les hablen en esta lengua.

Visto lo visto, no queda muy claro qué es exactamente lo que propone el PSC respecto a la política lingüística. Por una parte se desmarca de las multas pero, por otra parte, se niega a eliminarlas. Ahora apuesta por convencer a los comerciantes sin multarles pero, sin embargo, en enero de este mismo año, hace sólo nueve meses, apoyó la actulización de la ley de política lingüística. Y, por si fuera poco, propone faciliar créditos a los comerciantes al mismo tiempo que asegura que se deben multar los casos extremos. ¿Y cuáles son esos casos extremos? ¿Cómo y quién los establece?

Da la impresión de que en esta cuestión el PSC no sabe por dónde le da el aire y no sabe cómo posicionarse y cómo acertar para ganar los máximos votos posibles en las elecciones del 28 de noviembre. Lo que sí queda bastante claro es que en Cataluña la gente seguirá hablando en la lengua que quiera, sea catalán o castellano. Debería dejarse libertad a los ciudadanos y los comerciantes para elegir en qué lengua quieren relacionarse y trabajar. La libertad es la única forma de acertar, que cada cual elija. De lo contrario, con imposiciones, multas y sanciones lo único que se consigue es crear enfrentamientos y coacciones con los que es más difícil contentar a los ciudadanos. Ya se sabe lo que dicen, nunca lluve al gusto de todos.

Fuente | El Mundo